El discurso negacionista –hoy reproducido desvergonzadamente desde altas esferas del poder estatal– tiene cuatro trincheras ideológicas fundamentales: el “fue una guerra”, la búsqueda de una “memoria completa”, el “no son 30.000” y la discusión sobre el papel de las organizaciones armadas.
Los autores –ambos historiadores– desarticulan concienzudamente dichos argumentos ideológicos aportando así a la siempre viva disputa sobre los años setenta.
Fuente: Le Monde Diplomatique