Los clubes cuentan

Lecturas e identidad

A partir de esta propuesta y en articulación con PAEBYT (Programa de Educación Básica y Trabajo) para adultos, desde las Bibliotecas Populares del Escaramujo conformamos dos clubes de lecturas, uno a la mañana y otro a la tarde. Ha sido una experiencia maravillosa porque si bien hubo unos pequeños acercamientos el año pasado, estar dentro del marco de los Clubes de Lecturas “Leer y conversar” nos permite proyectar un trabajo, también con el equipo docente.

Las asesoras del programa venían con la idea de una lectura “de formación” y lo que se fue dando de manera totalmente espontánea en el grupo de mujeres que mayoritariamente forman los dos grupos, fue un nivel de implicancia en los retazos que íbamos tomando de un libro y de otro.

Ellas venían trabajando el tema de su proia memoria, de su propia historia ligada muchas veces a sus padres y emplazados en una ciudad, en un barrio popular. ¿Qué lugar tenían? ¿Cuánto se valoraban esos saberes y esa posibilidad de miradas? La resonancia que hubo con los textos, en base a las lecturas del Diario de viaje, de Basho y la sutileza en la mirada del haiku, abrió una cantidad de cosas que  fueron multiplicando capas de sentido de una manera tremendamente fértil, tremendamente bellal. Estamos todos muy emocionados con lo que está sucediendo a partir de esa lectura amplia, que atraviesa el deseo, la necesidad de compartirlo con sus hijos, con sus nietos . 

Carolina Giménez – “Club del Escaramujo” – Bajo Flores – CABA

Patricia Domínguez
deinfanciasyliteratura@gmail.com
1 Comentario
  • Ana Francischetti
    Posted at 18:24h, 21 julio Responder

    Matsuo Bashuô nos hizo recordar, conocer y reflexionar .
    Despertó el deseo de seguir desenrollando el ovillo, buscando hebras que se visibilizaron con la voz de Raúl Ishikawa, artista plástico, vecino de nuestra localidad.
    Se activaron las emociones, evocamos escenas de infancias y, poco a poco, fue flotando dentro de nosotros el perfume de lo que sentimos, los trazos del pincel y tinta china, las voces afectuosas e inentendibles escuchadas en la tintorería de la familia Ishikawa.
    Nos despedimos escuchando Honrar la vida con la voz de Eladia Blázquez.
    (del club Miremos Juntos)

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