Ida y vuelta

“De vez en cuando la vida …”

Nuestra red es una ocasión para el encuentro entre quienes de distintos modos y en lugares distantes nos convocamos en torno a los libros. Somos gente convencida de que el derecho a la belleza es de todas y todos y por eso convidamos lecturas y conversamos en nuestras pequeñas comunidades sobre los múltiples sentidos que un texto provoca en nosotros. Luego, nos encontramos virtualmente o compartimos las experiencias en este blog. Pero, como canta Serrat “De vez en cuando la vida / toma conmigo café/ y está tan bonita que da gusto verla” y así sucedió hace unos días.
Aprovechando un viaje a Mendoza, nos encontramos con parte del equipo del Centro de día El Faro que está por inaugurarse. Estaban Laura, trabajadora social, Belén -profesora de educación física-, los psicólogos: Lucas e Ignacio y Roxana, encargada de la maestranza y fotógrafa oficial del encuentro.
Abrigada en la calidez de la charla en el viaje hacia el Faro, llegar y encontrar un espacio que espera a los adolescentes poéticamente fue una promesa. En el hall nos recibe el mural pintado colectivamente por el equipo de profesionales y sobre las aberturas cartelitos que -metáforas de por medio- señalizan cada espacio: la recepción es el “desembarco”, los consultorios son “puertos”, la sala de reuniones, el “muelle”, el salón donde se desarrollarán los talleres, “mar adentro” y en cada baño una sirena y un pirata habilitan el uso mixto de los sanitarios.
La conversación rondó sobre las expectativas acerca de cómo se producirá el encuentro con las y los adolescentes al iniciar con ellos el Club de Lecturas. Las experiencias previas de cada uno nos ayudaban a vislumbrar desafíos y dificultades.
Les sugerí algunas lecturas (las obras de Michèle Petit y de Aidan Chambers) que me parecen valiosas para acompañarse en este tiempo de espera.
Ya sabían que los libros del FCE que solicitaron estaban en viaje y, por tanto, charlamos un poco acerca de los títulos que seleccionaron. En ocasión de Las interrupciones de Nicolás Schuff sugerí que recuperen del Menú el comentario de Sebastián Vargas ( pueden leerlo aquí)  ) y para entrar en Trucas de Juan Gedovius, los aportes de Cecilia Bajour en La orfebrería del silencio.
Yendo de título en título, como también esperan Otromundo de Juan Gelman jugamos un oráculo poético con la antología Poesía itinerante. Encuentros poéticos, disponible en la biblioteca institucional.
Fue una mañana fecunda que nos permitió ser más que contactos en los teléfonos o rostros en las pantallas de las computadoras.
Fuimos tono de voz y sonrisas, abrazos y palabras en danza. Y sí:

De vez en cuando la vida
afina con el pincel
se nos eriza la piel, y faltan palabras
para nombrar lo que ofrecen
a los que saben usarla

Patricia Domínguez

Patricia Domínguez
deinfanciasyliteratura@gmail.com

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