Recomendados de la red

´Ta loco aquel que quiera tu corazón, de Carlos Bernatek

De “movida” (palabra que nos cruzó el relato…) anduvimos en el arduo titubeo para decidir el título a leer. Como fijamos el criterio de seleccionar autores distintos, hacemos lo de siempre: ingreso al blog, ”MENÚ DE LECTURAS, RESEÑA DE LA EDITORIAL, pasadita por RECOMENDADOS DE LA RED”, “tal vez…”, decisión, “podría ser…”, “éste…”, decisión final: “Ta´loco…” el que nos pareció adecuado para “abrir el apetito”: la tapa con el Renault 12 rojo (todos anduvimos en uno) y el cartel vial con tres ciudades santafesinas, espacio de cercanía. Además, la reseña nos advertía que íbamos a cambiar de género: un policial, otra misteriosa provocación para el paladar que parecía no tener que ver con el título. ¿Entonces? A leer! Ah!: resolvimos intercambiar con el texto leído previamente, solo volveríamos para releer en el encuentro algún pasaje que necesitábamos desentrañar. Algunos golosos lo deglutieron de un tirón, el resto admiró su respetuoso silencio para evitar anticipaciones, primer debate intenso: “no importa que me anticipes, decilo, es otra forma de leer…” “¡Nooooo!!!!!” (gritaron los críticos a la postura que finalmente -¿felizmente?- no prosperó).
En primera persona, subimos al R12 con el Bicho Urdaneta, en una ciudad de Santa Fe actual, para comprobar qué pasa cuando algo se rompe (también se le rompió el R12, eran talleristas…), había que moverse en los vaivenes de su vida, en sus sentimientos. Interpelaba el Bicho (nos pareció más joven que nosotros) con sus frustraciones, a las nuestras, particularmente aquellas que sentimos cuando notamos que no encajamos en ningún lugar. No solo eso nos acercó el relato, como todos anduvimos (moviéndonos) por Santa Fe Capital (trabajando, estudiando, paseando), su calor agobiante de verano, tan bien descrito por Carlitos, se nos pegó en el recuerdo, menos mal que lo leímos en otoño.
La atmósfera en la que nos íbamos metiendo nos acercaba a la experiencia de un personaje que se mueve al límite. Por supuesto, el género delata un crimen y lo ilegal lo exige. A la ruptura del inicio la bancaron personajes necesarios no menos limitados, marcando claramente sus roles: la seductora y ambiciosa Dafne, el tránsfuga y manejador de dinero mal habido “Maestro Malamud”, el carismático y exguerrilero Profe Cantú, el “Viejo de mierda” y protector Starosta, el leal y enamoradizo Ovidio que siempre andaba en algo “sucio”; el amor de, por, una Carla que necesitaba estar mudándose. El poder, la política, la marginalidad, la muerte, atravesaban sus vidas por algo que, a decir del personaje y que compartimos, “…la plata debía circular para justificar su existencia…” en ese marco se movía la trama. Realmente nos estaba metiendo, con la comicidad de los comentarios y la cercanía del registro, el intercambio se llenó de cuerpos reales que reconocimos “este es igual a….”. No se imaginan cuando el Bicho anduvo por Rafaela, nuestra ciudad, estaban todos tan bien caracterizados que temimos que nos mencionara en alguna vuelta de página (bueno, aclaremos, no estamos tan al borde, cuidado…). Avanzábamos rápido en la lectura mientras “El Bicho” esperaba en la trama y se nos ponía paranoico, esperar órdenes, esconder, esconderse, aguantar, tramar, delatar, ¿morir? No le podía estar pasando a él, por qué a él, por qué él, “…un tipo educado, culto diría. En Santa Fe ya sabemos, lo más barato es la cultura porque nadie la paga…” se lo leímos al malvado, lo prefería para que nadie piense que estaba negociando con la mafia… Todos coincidimos en la sentencia y nos puso en el tapete el tema. Afirmación y silencio reflexivo.
Nos detenían los detalles (los que ya sabían cómo terminaba se hacían los interesantes y algunos nos pusimos ansiosos, no podíamos parar, ahora ganó la cordura…): “´Ta loco aquel que quiera tu corazón” es un tema musical y le dio el nombre a la novela, se la cantó El Bicho a Ovidio en el remís, ahí nos enteramos y la buscamos, es del uruguayo Fernando Cabrera, del álbum “Imposibles” y nos gustó a todos, el tema y el porqué del nombre. No es el único guiño a la cultura que nos dejó, nos paró (dale!), mencionó varias canciones que se incorporaban gratamente al argumento (casi las cantamos…) y referencias a otros textos y autores que también motivaron recuerdos.
Por Santa Fe de norte a sur, en R12 (el dinero no va en R12, así que cambiamos a una chata, “la del laburo”), del papel a nuestras voces moviendo el diálogo sobre la vertiginosidad de los personajes que pusieron sobre la mesa lo difícil que es zafar de ciertas reglas que condicionan la supervivencia en el mundo, tan actualmente monetarista.

Club de lecturas “Palabreriando”
Rafaela – Santa Fe

Patricia Domínguez
deinfanciasyliteratura@gmail.com