Bocaditos de verano
Y ustedes ¿qué música están escuchando?
“… desde que comencé a escribir, la noción de juego ha estado profundamente identificada en todo con lo que yo he hecho [… ya que entiendo…] por juego lo mismo que entienden los niños, es decir, una ocupación muy seria que en el fondo no tiene nada de frívolo...” dice Julio Cortázar en el video que compartimos. Esa afirmación del Gran Cronopio encendió el deseo de sumarla a los bocaditos.
La entrevista fue realizada por José Luis Jover, para el programa «Encuentros con las letras», el 27 de junio de 1981. Para quienes no son lectorxs de Cortázar puede ser una invitación a leer algunos de los cuentos incluidos en Alguien que anda por ahí (1977), Un tal Lucas (1979) y Queremos tanto a Glenda (1980). Para quienes ya lo leen, seguramente encontrarán guiños con la trama de lecturas realizadas, puertas a aspectos insospechados de sus procesos de creación estética o confirmaciones a las razones por las cuales “queremos tanto a Julio”.
El 23 de octubre pasado nos reunimos por zoom a compartir la lectura de Quiere a ese perro, de Sharon Creech. Allí disfrutamos del proceso de escritura de un niño, Jack, a partir de algunos poemas leídos en clase por la señorita Stretchberry.
Hoy compartimos algunos de los textos que forman parte de la pequeña antología poética incluida en el libro y que se presenta con el título “Algunos poemas utilizados por la señorita Stretchberry”.
¿Atraviesan un verano envueltos en la ola de calor? ¿O en sus latitudes tienen un respiro? En cualquier caso el video que va de bocadito, es una bocanada de belleza. ¡Que lo disfruten!
Va otro bocadito veraniego.
Esta vez, el cuento «Lavado, depilación, limpieza de cutis» de María Teresa Andruetto, que fue publicado en Verano 12, el suplemento de Página/12, en el que diariamente nos ofrecen cuentos de diferentes escritoras y escritores.
Dice Tere de su cuento: «Escribiendo me he enseñado a mí misma a enfrentarme con mis prejuicios». Suena a desafío. ¿Será también que leerlo nos enfrentará a los nuestros?
Van un par de párrafos para tentarles:
¿Te esculpo las uñas?, la mujer pelirroja miró al mismo tiempo que ella, los dedos mochos, las uñas al ras; nadie en su sano juicio podría creer que esas uñas estuvieran hechas para ser esculpidas, en el caso de que las uñas se esculpan. […] Estaba con la cabeza echada hacia atrás mientras la asistente la enjabonaba, cuando la pelirroja se inclinó sobre su cara, clavó los ojos cargados de rimel (grandes ojos verdes, lindos ojos, pensó, aunque un poco irritados por las trasnochadas) en los suyos y desde ahí, desde arriba mismo de sus ojos, preguntó ¿Te depilo, querida? Ante todo, ella detesta que le digan querida, y también detesta, como ya se ha dicho, hacerse nada de lo que hacen en las peluquerías, nada que no sea cortarse el pelo, y eso por necesidad; tiene la suerte de trabajar dentro de su casa, sin que nadie la vea, es una gran cosa a su edad. Pero la pelirroja insistió: Estás llena de canutos.
Para leerlo completo pueden hacer click aquí ¡Buen provecho!
En verano interrumpimos el descanso acompañándonos con algunos tentempiés:
Monica Pampinella
Posted at 12:54h, 11 eneroLeerlo hace que vea más allá de un cutis limpio y una pelirroja despampanante