Lecturas multiplicadoras

¿Cómo no querer a ese perro?

El 23 de octubre nos reunimos en torno al libro Quiere a ese perro de Sharon Creech, ilustrado por Alejandro Magallanes. Compartimos entre los participantes de varios clubes de la Red los impactos de las lecturas que habíamos tenido y confirmamos lo que tantas veces conversamos: que no hay una sola lectura posible y que conversar con otros amplifica lo leído por cada uno, lo pone en cuestión, lo enriquece.

Dice Cecilia Bajour en un artículo del boletín Imaginaria:

La autora de Quiere a ese perro encuentra un camino sumamente original para contar la fascinación que la poesía suele provocar en los niños. Lo hace dándole la voz a un niño llamado Jack quien en su diario personal relata su encuentro con la poesía provocado por su maestra, la desafiante señorita Stretchberry, una mujer que entiende visceralmente que la poesía atraviesa las cabezas y los corazones cuando se la lee y se la escribe al calor de la lectura poética. Y hace “entrar en poesía” a los niños de su clase.

Y agrega respecto de las ilustraciones:

La ilustración a cargo de Alejandro Magallanes ocupa un lugar central en Quiere a ese perro. El supuesto imperativo del título parece combinarse con la alegría cubista buscada por el ilustrador para el rostro de Sky en la tapa. En el interior del diario de Jack, los dibujos en trazos gruesos de tinta aportan el tono justo para los descubrimientos poéticos y vitales del niño, como si el acto de dibujar consistiera en acentuar aun más el carácter sorprendente de la poesía.

Una lectura de Bajour en la que resuenan algunas cosas dichas en nuestro encuentro y otras que seguramente nos llevarán a las páginas del libro una vez más.   Dejamos el link para disfrutar de la reseña completa aquí.

Patricia Domínguez
deinfanciasyliteratura@gmail.com