Los clubes cuentan

Ojos que no ven, corazones que sienten

 

Desde el Club “Miremos juntos”, Hugo, creador de un grupo que en su inicio reunía sólo a personas con discapacidad visual, nos cuenta:
“Nací con el sentido de la vista y, por cuestiones de salud, con el tiempo la fui perdiendo y en el 2010 dejé de ver, lo que significó para mí un mundo nuevo.
Este grupo surgió por la necesidad que tenemos nosotros, en la vida cotidiana, de ir conociendo los cambios. Por ejemplo la fisonomía de los barrios , los cambios de paisajes… y a través de la lectura y los comentarios de Ana que nos explicó como el barrio cambiaba, la ciudad cambiaba y crecía. A partir de ahí, consideramos la idea y la necesidad de un taller de lectura que nos hace muy bien. Si bien existen los audiolibros, la presencia, la lectura, la resignificación del texto y sobre todo poder compartir la experiencia y hacer comentarios de lo que se escuchó, es lo que valoramos más.
Cuando recibimos los libros, tomamos uno y es como que cada uno se apropió. Lo tocamos mucho, lo olfateamos, el comentario del libro nuevo, el comentario del olor a tinta, el comentario del olor al papel, la textura, las contratapas, el tipo de encuadernado que tenía y cada uno, de acuerdo al título que tenía, imaginaba de qué trataba el libro.”

Hugo Perezlindo – Club “Miremos juntos” – San Carlos Centro – Santa Fe

 

Patricia Domínguez
deinfanciasyliteratura@gmail.com
1 Comentario
  • Damián Drescher
    Posted at 00:07h, 31 julio Responder

    Me emocionó el relato de Hugo, gracias Patricia por compartirlo.
    “Compartir es lo que valoramos más”, me quedó con eso.
    ¡A seguir compartiéndonos!

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