Y de regalo: un cuaderno
El 6 de octubre nos reunimos para descubrir un tesoro esperado: la primera entrega de libros que llegaba a nuestra biblioteca.
Fue un día de celebración y festejos. Mate, café, tortas, bombones…y un regalo distinto: el cuaderno inteligente. Mientras hojeábamos y ojeábamos los volúmenes fragantes y nuevos, descubrimos que este cuaderno con hojas intercambiables, de colores, rayadas, con sección de stickers y otras linduras, nos daba la posibilidad de seguir comunicándonos en la semana y permitiría que cada miembro del Club escribiera en él pareceres, sugerencias, comentarios y/o críticas literarias o todo aquello que pudiera aportar una chispa de vitalidad a nuestra tarea de lectores empedernidos.
La palabra siempre inquieta, movediza, creativa representaría el vínculo para mantenernos en contacto más allá de nuestras reuniones quincenales.
Lo pusimos en práctica y, les cuento, que, en este momento, escribimos en él: posibles nombres para nuestro Club de Lecturas y debatimos las características de cómo nos gustaría presentarnos para que nos conocieran. Sólo falta la democrática votación final.
Irene Prono de “Entre letras y tintas”– Biblioteca Jacobo Fijman -Ciudad Autónoma de Buenos Aires
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Buenos Amigos (El Cuaderno Inteligente, parte II)
Fue en primavera, llegó a la biblioteca en silencio, tan callado que era como si gritara, era lindo, pulcro, agradable, en él se notaban vivos colores, nunca sabremos si fue timidez o vergüenza. Era una criatura frágil, se sabía desgastado por el tiempo, horrorizado de caer en manos inexpertas.
Al principio no hizo amigos, su presencia imponía respeto, admiración, curiosidad. De a poco fuimos perdiendo el temor, hablamos de escritores y nombres, de cómo nos sentíamos viernes por medio, él no contestaba, solo escuchaba y se abría a nosotros. Nos hicimos cómplices, él hizo que retomáramos el placer por escribir, volver a la letra cursiva, olvidada en estos tiempos de celular, redes, de computadoras y programas.
Hoy no podemos separarnos, ahora somos buenos amigos.
Dedicado a “El cuaderno inteligente”
B.A.
(un integrante del Club “Entre letras y tintas”)