Los clubes cuentan

Siguen los reencuentros

Crecemos. Nos renovamos. Y seguimos chispeando…

Un año más. Siempre difícil arrancar. Verano porteño, con viernes de treintaymil grados. Trabajos durante el día y luego animarnos a que no se acabe la jornada, que todavía dé un poquito más de sí. Pasar unos minutos por casa, apenas para refrescarnos, manotear los libros a llevar y volver a arrancar. Que empiece el fin de semana juntándonos. Encontrándonos a chispear.
Este viernes en casa de Georgina, Carlos, Jero y Joaqui: sillas en el jardín, pies descalzos en el pasto, espacio, calma, tiempo. Previa de picoteo inicial entre charlas y reencuentros. De a poco vamos sumando pinceladas de lecturas, amalgamadas por lo que se va generando al chisporrotear. Aparecen arroyos de Entre Ríos, dietas de sirenas, camping en la montaña y música contemporánea, ….kilómetros de rutas, podcasts de lecturas, jugo de uva casero y vecinos nada compañeros …. y mil cosas a la par. Esta vez hubo algo que nos pone en evidencia el crecimiento de nuestrxs chisperitxs juveniles. Leyeron tres de la nueva generación. Y una cuarta estuvo coqueteando con algunas alternativas de libros y autores (que como siempre están en el medio de la ronda, disponibles para quien quiera buscar, tomar, leer).
Estxs cuatro chisperitxs, junto a otrxs, vienen tomando parte desde nuestros inicios. A veces vienen y otras no, a veces leen y otras no. Pero lo que es constante es que crecen y crecen. Y posiblemente fruto de no habernos visto por un par de meses (verano y fin de año), ayer sus elecciones de lectura me fascinaron. Cada unx con su texto, muy propio de cada unx. Con estilos absolutamente individuales de sus propios recorridos lectores, de éstos sus primeros 10, 15 años de lecturas…tan maravillosamente personales.[1]
Seguramente es así mismo como nos pasó a cada unx. Así les debe suceder a lxs docentes en las vueltas a clase, o a las tías y tíos al volver a ver sobrinxs después de un tiempo. Pero es que me fascinó ver en un mismo y simple encuentro chispero a estos cuatro chiquitines, que de repente vienen y eligen por sí solos de un modo tan personal. ¡Fue lindísimo! Yo quedé feliz también por eso. Sucedió y por suerte seguramente seguirá sucediendo…

 

[1] Aunque creo que desde un punto de vista da lo mismo cuáles fueran estos textos y quiénes estos escritores elegidos, porque en realidad lo importante es que los hayan elegido ellxs, de todos modos contaré ese detalle especialmente pensando en quienes no estuvieron ahí y pueda interesarles. Entre los elegidos estuvo presente uno de nuestros clásicos cuentos a dúo de Natacha y el Rafles, de Luis Pescetti. También un cuento sobre timos y timadores de Edgar Alan Poe. Una historia de fútbol y conurbano, toda empapada del universo de Pedro Saborido. Y finalmente, unos despistes y franquezas de Mario Benedetti, que aunque no llegaron a ser compartidos en voz alta, sí fueron acariciados con ese fin. Y sobre todo: ¡los eligieron ellxs!

José Dondo
Club de lecturas  “La chispa literaria”
Tigre – Pcia. de Bs. As.

Patricia Domínguez
deinfanciasyliteratura@gmail.com

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