Solo un gato o leer con todo el cuerpo
Hay pocas cosas en la vida
para siempre.
Rescatar a un gato en medio de la tormenta
es una de las pocas cosas
para siempre… (Rescatar un gato)
Leemos, releemos y saboreamos estos versos del primer poema del libro Solo el gato de Nelvy Bustamante, con ilustraciones de Daniel Rabanal, publicado por Ediciones de La terraza.
A coro, decimos:
Hay pocas cosas en la vida
para siempre.
Leer a varias voces, a varias manos, a varios ojos, poniendo el cuerpo alrededor de un bello y desafiante libro es una de ellas.
El texto nos convoca desde su diseño y materialidad: libro con formato acordeón que se despliega y forma un círculo o se puede leer “página a página”. Desde la contratapa se nos llama a seguir los indicios y señales: (…) Sus patitas de felpa. Sólo el gato sabe descifrar los enigmas de la noche y desandar el día haciendo equilibrio.
Belkys lee:
Me llamo Jacinto. Nací en Trelew el 25 de octubre de 2008 (…) Entonces la adopté a ella. A ella que inventa bosques de palabras y me invita a la sombra de sus árboles. (Adopción)
Se hace un silencio y ella comenta:
– ¡Tuve una gata que se llamaba Jacinta! Cuando hablemos con Nelvy le voy a contar esta “casualidad”.
De izquierda a derecha suman sus voces Sara, Elsa, Ramona, Celia, Gladys, Mary, Patri… cada una lee una página de esta “calesita de palabras”. Las palabras se entretejen, el texto circula, las manos sostienen, exploran en “gestos compartidos” que son metáforas y acciones. El libro es un objeto poético en sí mismo, hay claves de lectura en cada una de sus partes.
La lectura del texto de Nelvy nos recuerda que leer es también un acto que involucra todo el cuerpo, la inscripción en un espacio, la relación con nosotros mismos y con los demás.
Vuelan, una detrás de otra, las estaciones. Pero él no tiene conciencia ni de ayer, ni de mañana. Quizás mida el tiempo en soles y lunas, en sueño y vigilia, en saciedad o hambre. Qué más. (El tiempo)
Celia dice que es una bella forma medir el tiempo en soles y lunas y Ramona pregunta cómo será ver el tiempo (y la vida) con ojos de gato.
Nos detenemos en las ilustraciones y coincidimos que el texto «Sutileza» podría dar una descripción exacta de las imágenes de Rabanal para este libro:
Camina por el patio y veo, sobre el césped, la sutileza (…) Es su forma de compartir conmigo la belleza del mundo.
En este/ los encuentro(s) las lecturas y conversaciones son enigmas y elecciones que se juegan en cada gesto-decisión: poner el cuerpo para leer colectivamente, conversar sobre lo que nos sucede durante esta experiencia que nos convoca por entero y nos preguntarnos qué dirán las infancias cuando compartamos Solo el gato en los espacios y tiempos de lecturas en los que entramamos generaciones.
Club de lecturas Abuelas Cuentacuentos
San justo – Santa Fe