Los clubes cuentan

Como un portal

Es tarde de viernes y llueve. Después de la merienda, y mientras esperamos el cine, improvisamos un taller de poesía con Mía y con Kiara. Mía empezó a sumarse al taller hace unas dos semanas y está enganchadísima. Dice que quiere ser escritora y, cada dos o tres días, escribe poemas nuevos que nos comparte. Se hizo también un cuaderno. Kiara se sumó hace muy poquito al Centro, pero pegó buena onda con Mía. Y, aunque desconfía bastante de la poesía y dice que no cree que le vaya a salir nada, se suma por buena onda con la amiga.
Hay una mesa de libros esperándolas. En el centro de esa mesa, parado y con la tapa para que se pueda lucir, El bosque dentro de mí, de Adolfo Serra. Se me ocurre empezar por ahí, porque es un libro tan hermoso como extraño. El comienzo ya parece ser propicio, porque, al tomarlo y proponerles que miren la tapa, Kiara reconoce en el nombre del autor un nombre conocido. Riéndose, dice: “Fa, Adolfo… como mi papá, que me abandonó. Pero mis traumas, mis chistes”.
Le digo que ya esa combinación de palabras me parece que tiene algo poético, y se queda pensando. Le propongo anotarla, y la anota. Es en ese momento que se me ocurre el procedimiento por el que va a ir casi todo el taller. Miramos las imágenes, las chicas dicen lo que encuentran ahí y lo anotan. La mayoría de las veces, yo tengo que repetir lo que dijeron para que lo recuerden a fin de escribirlo. En muchos casos, por supuesto, siguen escribiendo más allá de lo que dijeron y yo repetí.
De hecho, cuando ya llevamos casi media hora de taller y les propongo interrumpir el procedimiento para terminar el libro y me dicen que están de acuerdo, tenemos que frenar dos o tres veces más porque quieren volver a la hoja escrita.
Al final, y después de explorar algunos libros de poesía que hay en la mesa, les sugiero volver sobre las hojas que tienen escritas y armar, a partir de ahí, un poema. Lo que compartimos son tanto las notas -que en muchos casos ya son poemas en sí mismos, a la vez que lecturas de El bosque dentro de mí-  como los poemas que elaboraron después.

***

Mía

en mi alma hay dolor
y muchos traumas tiene miedo
de crecer y ser
rechazada tiene
miedo

***

una plantita
que quiere
creer
es chiquitita
oscura
tiene miedo de
crecer hay un
nene mirando el agua
está todo negro el bosque<
está apagado
corte que está dentro de
un pozo el cerebro en
blanco como no pensando
nada después de
tanto dolor encuentra
alguien a su niño
interior lo acompaña
le da la mano
están viendo los
pájaros cómo se
van mis dolores

***

a veces lloro en la oscuridad
mirando el techo
pensando qué hacer con
mi vida pero me seco
las lágrimas y me
miro en el espejo
y digo “Mía dejá tu dolor
aparte y seguí con tu vida”
y tiro una sonrisa y
de ahí mis dolores
se van yendo

 

 

Kiara

viendo su reflejo
observando lo que no
*
viendo su pasado queriendo volver. es como un transporte o como un portal
*
viendo pareciendo lo que en el presente o futuro
*
está luchando contra su miedo
*
está acompañando al miedo a no tener miedo
porque es normal sentirse o estar así
*
vencieron al miedo a no tener miedo
porque es normal sentirse o estar así
*
como pájaros negros se van mis miedos
mis traumas mis dolores
*
volviendo a algo que ya superé y
toca volver a superarlo
*
siendo juzgado y perdiendo en cada palabra

***

yo soy parte
     de un bosque que
me tocó ser
una
plantita que quiere
crecer sin ser
¡juzgada!
por nadie pero
con miedo
de no ser
igual al resto

Martín Broide
Club de lecturas “Cururú”
Paraje La Rueda- La Plata- Pcia. de Buenos Aires

Patricia Domínguez
deinfanciasyliteratura@gmail.com

Post A Comment