Índice alfanumérico

 

Índice 5
Agradecimientos 11
Introducción 13
La sociedad prelogos 21
La narrativa social 23
Las sociedades prealfabéticas 29
Una cuestión de medidas 39
¿Contar o contar? 43
Contar 49
La llave 53
La vida común 57
Equidad 65
El amo del mundo 71
La sociedad logos 75
El verbo 77
La voz 85
La escritura I 91
La escritura II 99
La escritura III 107
La lectura I 111
La lectura II 115
Forma mentis 121
La sociedad poslogos 125
La detonación de la escritura 127
La retirada del logos 135
Diseminación y discontinuidad 141
La tragedia del logos 147
Desplazamientos I 153
Desplazamientos II 163
La narrativa informacional 171
Objeto cultural no identificado 179
Los límites del orden explicador 183
¿El fin de la escritura? 189
Las formas del conocer I 195
Las formas del conocer II 207
Reflejos 213
Anexo. Cuadro comparativo de las narrativas sociales 221
Bibliografía 223
Sobre el autor 225

 

 

 

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Agradecimientos

Este libro muy probablemente sería una quimera sin la renovada confianza de Fondo de Cultura Económica y muy especialmente de Gastón Levin quien con su apoyo y decisión ayudó a objetivar un trabajo de muchos años.

Agradezco a la Universidad Nacional de San Martín (UNSAM) y la Universidad Nacional de José C. Paz (UNPAZ) por la responsabilidad y la honorabilidad institucional con que asumen y estimulan la producción de conocimiento, por el modo en que apoyaron tanto el trabajo investigativo previo como el proceso que deriva en este libro que es una consecuencia de la educación pública argentina. Y en ellas, muy especialmente a la Escuela Interdisciplinaria de Altos Estudios Sociales (IDAES) de la UNSAM y el Departamento de Economía, Producción e Innovación Tecnológica de la UNPAZ, por el modo en que socializaron los debates que surgieron en el tránsito de este libro. Y por supuesto, al Observatorio Interuniversitario de Sociedad, Tecnología y Educación (OISTE), impulsado por estas dos universidades. Este entorno institucional fue fundamental para poner a consideración las distintas etapas del proceso investigativo.

Al Arquivo Vilém Flusser de San Pablo por su disposición para compartir todo el valioso material que compilaron con trabajo y voluntad de uno de los comunicólogos más importantes de América Latina y el mundo.

Este libro sería un producto incompleto y mucho más deficiente sin la ayuda, la escucha apasionada y los intercambios enriquecedores que durante el proceso de escritura —y antes— me brindaron colegas y amigos como Mariano Zukerfeld, Fernando Calderón, Anahí Re, Agustín Berti, Pablo Vommaro, Sergio Pignuoli, Marcelo Urresti, Beto Quevedo, Julián Tagnin, Sebastian Benítez Larghi, Magdalena Lemus, Emilia Dipiero, Laura Crego, Mariana Chavez, Flavia Costa, Leonardo Solaá, Carlos Ferreira, Carlos Gazzera, Pablo Crembil, Juan Monserrat, Luis Josué Lugo, Olmo Balán.

A Alejandro Vigo por las lecturas que me recomendó en la etapa seminal de este libro y la enriquecedora conversación que mantuvimos junto a Roman Rodríguez; pero también por su ponencia en el Coloquio Permanente del Instituto de Filosofía organizado por la Universidad San Sebastián, en Chile, ya que se trata de una pieza tan esclarecedora como provocadora y desafiante.

A Gabriel Gatti por las valiosas e inquietantes lecturas que me compartió sobre la crisis del contar en las ciencias sociales.

A la atenta lectura y las valiosas devoluciones que, a poco de que el libro fuera entregado, hicieron Ezequiel Pinacchio, Julián Tagnin, Alicia Balsells y Ana Laura Herrera.

A Claudia Fagaburu por su aporte fundamental para que este trabajo tenga la forma que alcanzó de su mano lúcida, cuidadosa y experta.

A la queridísima Laura Klein, por su lectura implacable en extinción. A Eduardo Rojas por su generosidad, su pasión ejemplar y su amistad.

A mis hermanos de la vida Gustavo Varela, Alejandro Covello y el irremplazable Indio Cacciabue, porque sin su confianza, afecto, ejemplo y aguante no podría haber empezado ni expresado nada de lo que hoy se objetiva en este libro.

A Fito Vernetti y Hugo Vázquez, por todo, por nada, siempre.

A mi hija Inti que con su potencia amorosa, de madre y de mujer deseante y constructiva fue una motivación y un ejemplo.

A mi hijo Adriano que con su trabajo y su agudeza fue un interlocutor y una fuente de inspiración que traté de reflejar en el libro.

A mi hijo León que con su desafiante y talentosa perseverancia me abrió caminos, pensamientos, mundos.

A mi amor, Ana Laura Herrera, compañera y factótum del rejunte amoroso y parlamentario que supo disponer a nuestro alrededor, con una familia tan numerosa y bullanguera como disfrutadora de la vida y los encuentros.

A la historia dialógica y relacional que cimentó el recorrido experiencial e intelectual que expresa y objetiva este libro.

 

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