ESMA. Represión y poder en el centro clandestino de detención más emblemático de la última dictadura argentina parte de un interrogante central: ¿por qué la ESMA? Por todas las preguntas abiertas más allá de, y gracias a, testimonios de sus sobrevivientes, procesos judiciales y numerosos trabajos previos sobre este centro clandestino que funcionó en la ciudad de Buenos Aires, durante toda la última dictadura argentina (1976-1983).
La singularidad de este libro colectivo es su apuesta por explicar propósitos específicos de los represores que operaron en la ESMA, más allá de la ejecución descentralizada de las acciones propia de toda la estructura represiva. Un ejercicio analítico arriesgado, por la dificultad metodológica para acceder a las motivaciones de los perpetradores, que investigadoras/es pudieron abordar a partir de un diverso corpus de fuentes: documentos judiciales como testimonios de sobrevivientes y declaraciones de perpetradores de la ESMA, trabajos previos de investigación y entrevistas con sobrevivientes.
“Una breve historia del centro clandestino”, de Hernán Confino, Marina Franco y Rodrigo González Tizón, analiza las particularidades del grupo de tareas (GT) 3.3 y su estrecha relación con el jefe de la Armada, Emilio Eduardo Massera. La propuesta es recorrer la historia de la ESMA en cuatro momentos. Su comienzo, como dispositivo caracterizado por la lógica de secuestro, tortura y exterminio. Un segundo momento, desde mediados de 1976, con el liderazgo de Jorge “Tigre” Acosta y el crecimiento diferencial de la autonomía del GT. Un tercer momento, desde 1979, cuando el Servicio de Inteligencia Naval (SIN) tomó el control del centro clandestino, el GT perdió su autonomía relativa y se reestableció la autoridad orgánica de la Armada. Y, un cuarto momento signado por los últimos años de funcionamiento del centro clandestino, su rol en la “Contraofensiva Montonera” y el control represivo de personas secuestradas aún después de su liberación y en años de democracia.
“El poder en las sombras: el grupo de tareas de la ESMA”, de Valentina Salvi nos permite recorrer el proceso de creciente autonomía y poder del GT 3.3; su ruptura con el SIN por el control de los trabajos de inteligencia; sus métodos de tortura que no sólo buscaron extraer información de las víctimas sino, principalmente, colonizar sus voluntades. El aspecto más sobresaliente de este artículo es cómo la autora analiza el proceso de construcción de la ESMA como base de poder para proyectos autónomos de Acosta y Massera, que desbordaron el objetivo de represión de la “subversión” para construir horizontes propios políticos e ideológicos que funcionaron en paralelo a la estructura orgánica de la Armada, sobrepasando la clandestinidad general del periodo.
“Un nivel superior de aniquilamiento: el ‘proceso de recuperación’”, de Claudia Feld, es clave para comprender en qué consistió el trabajo forzado, tanto físico como intelectual, de personas secuestradas. La autora, retomando la voz de sobrevivientes, lo define como un “nivel superior de aniquilamiento” que les permitió a los represores instalar entre las personas cautivas un sentimiento de desconfianza generalizada. Dimensión sobresaliente de este artículo es analizar la particular sospecha sobre las mujeres, violentadas sexualmente por los perpetradores bajo el enmascaramiento de supuestas “relaciones consentidas”. A su vez, Feld resignifica el concepto de “chupadero” para pensar a la ESMA como espacio de “recuperación” de todo aquello de las víctimas que resultó de utilidad para los perpetradores: sus saberes, sus bienes, sus cuerpos, sus hijos/as.
Rodrigo González Tizón y Luciana Messina nos introducen en las “Solidaridades y tensiones” en el mundo de las relaciones posibles entre las personas secuestradas. Dos dimensiones analíticas son centrales en este trabajo. Por un lado, el sistemático esfuerzo de los perpetradores por destruir las identidades de las víctimas como militantes y compañeras, por doblegar todo lazo de solidaridad mediante múltiples tácticas de tortura psicológica que aspiraron a construir tensiones y ambigüedades al interior del grupo de personas secuestradas. Pero, lo fundamental de este artículo es que nos brinda un bálsamo dentro del terror, narrando las resistencias y gestos de solidaridad entre quienes estaban en cautiverio. Incluso, luego de su liberación, con la búsqueda de justicia por quienes no sobrevivieron. “De la rapiña a los millones: el robo de bienes en la ESMA”, de Hernán Confino y Marina Franco, nos permite comprender los negocios como otra cara de la “lucha antisubversiva”. Mediante diversos casos se muestra cómo el GT 3.3 apropió finanzas e inmuebles de sus víctimas no sólo como un “botín de guerra” sino para financiar sus propios proyectos económicos y políticos. Este trabajo ilumina una dimensión distinta del centro clandestino al hacer foco en la búsqueda creciente de ganancias por parte de los perpetradores, en la participación civil y de familiares de militares en diversos negociones montados en torno al robo de inmuebles de las personas desaparecidas y en la explotación de las víctimas como mano de obra forzada para negociados clandestinos que trascendieron los años de la dictadura.
Por último, Claudia Feld nos permite conocer “El lugar sin límites: el centro clandestino más allá de la ESMA” como un “sistema de fronteras movibles”. Este trabajo tiene la potencia de analizar diversos modos de los perpetradores para alcanzar con el terror a personas fuera de los muros de la ESMA. Por un lado, a familiares de secuestrados/as, mediante llamados y “visitas” a sus hogares en compañía de un represor, o el uso de casaquintas como espacios para reunirles. Por otro, el sacar a las calles a personas secuestradas, no sólo para “marcar” a otras sino también para mostrar a mujeres cautivas como “trofeos de guerra” en restoranes y bares concurridos. Asimismo, al forzarles a trabajar en oficinas montadas fuera de la ESMA, el Ministerio de Relaciones Exteriores e, incluso, la Embajada argentina en Francia como parte de una campaña de propaganda favorable hacia la figura política de Massera. Por último, Feld nos muestra una frontera móvil temporal con el “sistema de libertad vigilada” que siguió funcionando durante la democracia.
Aspectos sobresalientes hacen de este libro un aporte necesario para comprender a la ESMA. El protagonismo de la voz de quienes sobrevivieron, el periodo temporal estudiado (analizando prácticas represivas más allá de la apertura democrática en 1983), la recuperación de la experiencia particular de las mujeres en cautiverio, el análisis de diversos niveles de afectación del terror (sobre la persona secuestrada, entre las personas cautivas y, hacia afuera, alcanzando a sus familias), y el gran aporte de comprender a la ESMA no sólo como uno de los más de seiscientos centros clandestinos que funcionaron en el país sino también como base de poder económico y político de su GT y del almirante Massera.
Fuente: Clepsidra
Por Florencia Urosevich
Socióloga, profesora de Sociología y doctoranda de la Facultad de Ciencias Sociales (Universidad de Buenos Aires) con sede en el Centro de Estudios sobre Genocidio (Universidad Tres de Febrero).