Cuando era chica, no existía lo que hoy llamamos “literatura infantojuvenil”; si andábamos por los 7 años, nuestros padres nos leían antes de acostarnos o a la siesta. Ya adolescentes, leíamos lo que encontráramos a mano, desde revistas –como el Billiken– hasta libritos de grandes dibujos y pocas palabras.
Por otra parte, muchas de las revistas femeninas, entre los cuentos “rosas” para las jóvenes y los dramones de amor para las mayores, solían incluir, por capítulos, una novela recién editada. Recuerdo especialmente las de Max Du Veuzit y las de Guy de Chantepleure.
Cuando era chica, no existía lo que hoy llamamos “literatura infantojuvenil”; si andábamos por los 7 años, nuestros padres nos leían antes de acostarnos o a la siesta. Ya adolescentes, leíamos lo que encontráramos a mano, desde revistas –como el Billiken– hasta libritos de grandes dibujos y pocas palabras.
Por otra parte, muchas de las revistas femeninas, entre los cuentos “rosas” para las jóvenes y los dramones de amor para las mayores, solían incluir, por capítulos, una novela recién editada. Recuerdo especialmente las de Max Du Veuzit y las de Guy de Chantepleure.
Detrás de estos nombres masculinos, me enteré –ya en la era de la computadora y después de rastrearlos con entusiasmo–, se escondían una pareja de hermanos suizos y una dama muy seria.
Mantengo esa debilidad hasta hoy y, rastreando las herederas de aquellas novelas románticas y entretenidas, he encontrado textos nuevos que continúan esa línea.
Van algunos títulos que me han gustado.
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Otra opción: Cornelia Funke es una narradora alemana que comenzó como ilustradora de sus propios cuentos para niños y jóvenes. Apareció en vidrieras con una trilogía emparentada con las obras de Tolkien, de C.S. Lewis, de Liliana Bodoc, de L. K. Rowling: la saga Mundo de Tinta, cuyos títulos son: Corazón de tinta, Sangre de tinta, Muerte de tinta.
En un mundo imaginario, la maldad narrada en los libros puede tornarse real a través de “la capacidad lectora de los protagonistas”. ¿Por qué la recomiendo?: no hay mejor crítico de libros para jóvenes que lo jóvenes y la editorial es una garantía con el Fondo de Cultura Económica y Editorial Siruela, en su hermosa colección “A la orilla del viento”.
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Fuente: La Voz
Por Cristina Bajo