Fuente: La Nacion
Autor: Marcelo Sabatino
n la historia del nihilismo filosófico, el alemán Philipp Mainländer, nacido en 1841, ocupa un lugar clave, pero siempre secundario. Contemporáneo de Nietzsche, al que influyó, y lector acérrimo de Schopenhauer, su cosmovisión pesimista fue la más extrema de todas.
En La filosofía de la redención, desarrolla –con el ojo puesto en El mundo como voluntad y representación– un sistema que contempla desde la gnoseología y la física hasta la estética y la ética, además de un apéndice donde discute las ideas de Kant y Schopenhauer. Como este último, Mainländer está convencido de que no se puede conocer “la cosa en sí”, sino solo las apariencias, pero llega –como recuerda Franco Volpi– a la conclusión contraria: en vez de “voluntad de vida” solo hay “voluntad de muerte”.
En el minucioso estudio que precede esta edición, la especialista Sandra Baquedano Jer buscar darle también contemporaneidad a este pensamiento. El “movimiento de la humanidad del ser al no ser” que plantea puede asociarse a ideas como la entropía, sostiene, y permite pensar fenómenos como la globalización o la degradación de los ecosistemas.
La autoanulación, según la visión nihilista de Mainländer, es entonces una opción. No es sorprendente que recomendara la castidad para poner fin a futuros tormentos y el suicidio como negación radical de la voluntad. El mismo cumplió coherentemente con ese precepto una noche de 1876, apenas recibió el primer ejemplar de Filosofía de la redención.
La filosofía de la redención
Por Philipp Mainländer
FCE. Trad.: S. Baquedano Jer
514 págs. /$3100