Cacería de cargas

Autor:
  • Eduardo Piña Garza

$1.700

ISBN: 9681627081

En el idioma de nuestro tiempo ocupan ya lugar, por derecho propio, palabras como fisión, fusión, isótopo, mesón, tokamak, que poco o nada significaban, aun en medios ilustrados, hace no muchos años. La violenta irrupción de la era atómica en 1945, con la destrucción de las ciudades de Hiroshima y Nagasaki, trajo consigo también la llegada a nuestro idioma de muchas voces que eran patrimonio exclusivo de grupos científicos y, también, con razón justificada, el miedo a la energía atómica. Así, uno de los desafíos que enfrenta el hombre es el de lograr el control de las reacciones nucleares de fusión, obtenidas hasta ahora en varios países en la forma descontrolada y amenazadora de una bomba de hidrógeno. Se requiere el control para poder satisfacer las necesidades energéticas de nuestro planeta, que crecen de manera continua. Y, si consideramos que en un plazo de más o menos treinta años la población de la Tierra se duplicará -y con esto también la demanda de energía-, se deduce que las necesidades de ésta deberán satisfacerse, dice el doctor Eduardo Piña, con tritio, deuterio y litio, los combustibles más abundantes para obtener la fusión nuclear.
En los países de mayor desarrollo tecnológico se han venido haciendo inversiones cuantiosas con el fin de alcanzar que la energía proveniente del átomo sea limpia, lo que implicará una promesa de energía abundante y barata, la misma con la que nuestro Sol ha venido calentando durante miles de millones de años a los planetas de su sistema; la misma que ilumina las noches estrelladas cuando percibimos la luz proveniente de millones de soles que envían su luminosidad hacia todas las direcciones del espacio.
El hombre desea producir energía de fusión de la manera como se logra en las estrellas. Para lograr esto necesita primero producir plasma. Este es un fluido formado por cargas eléctricas que, para formarse y mantenerse requiere de temperaturas semejantes a las que existen en el Sol y, segundo, encontrar la manera de conservarlo y para esto se requiere de un recipiente apropiado que proteja los alrededores del calor y la radiación. Se piensa que la mejor manera de lograr esto es mediante un campo magnético y, en este libro, se habla de las cargas eléctricas, esas partículas que se desea atrapar con un campo magnético a fin de lograr con ellos la fusión nuclear controlada.

Detalle

Ver índice de contenidos

Sumate a FCE

Suscribite y conocé nuestras novedades editoriales y actividades antes que nadie, accedé a descuentos y promociones y participá de nuestros sorteos.