Tratados II

ISBN: 9789681653354

Los tratados reproducidos en esta obra demuestran, entre otras cosas, que Las Casas era un propagandista vigoroso y hábil. Sus primeras armas fueron memoriales a la Corona, pues tenía la impresión de que en cuanto el rey y sus consejeros supieran las crueldades que sus compatriotas estaban cometiendo entre los indios indefensos, la Corona actuaría como era debido.
Declaró con frecuencia que los problemas del Nuevo Mundo se resolverían fácilmente con sólo que el rey no estuviera entregado a guerras y sí dispuesto a prestar atención a la verdad. Pasó la vida escribiendo memoriales en que se explayaba sobre las ventajas de la colonización planeada, el modo pacífico de predicar la fe a los indios, la necesidad de abolir el sistema de concesión de indios a españoles, la responsabilidad moral y económica de los españoles en sus relaciones con los indios, la importancia de insistir en que los indios entendiesen de veras el cristianismo antes de bautizarlos, el valor de la cultura india y la posibilidad de que los indios aprendiesen a ser civilizados, y la injusticia de prácticamente todas las acciones españolas en América. Estos memoriales iban destinados al rey y a ser considerados confidencialmente por sus consejeros gobernantes de las vastas regiones del Nuevo Mundo conquistadas por España…
Los tratados que Las Casas consiguió publicar han tenido una larga historia: ayudaron grandemente a incrementar la sensibilidad española a la crítica extranjera; en los años 1588-1898 salieron publicadas muchas traducciones al inglés por motivos políticos, las versiones francesas disfrutaron de considerable boga en la Francia del Siglo XVIII y algunos de los tratados se usaron con fines de propaganda en las revoluciones hispanoamericanas, 1810-1826. En la historia posterior de España con las naciones americanas que en otro tiempo dominaba, los escritos de Las Casas desempeñaron un papel importante. Merced a la magia de la imprenta, sus ardientes declaraciones, previstas para influir directamente sobre las decisiones del rey en el siglo XVI, siguieron viviendo y sirviendo durante siglos a los propósitos políticos de muchas naciones…
El cuadringentésimo aniversario de la muerte de Las Casas, en 1966, ofrece al mundo oportunidad de reexaminar sus ideas y apreciar su influencia. Los aniversarios suelen amoldarse a una pauta harto regular y familiar: elogios piadosos, banquetes soporíferos, pesados tomos de discursos, declaraciones oficiales y otros tipos de bacanales académicas se organizan para complacencia de quienes celebran un acontecimiento muy alejado en el tiempo. Sería de veras lamentable, sin embargo, que la conmemoración quedara en cosa insípida o descuidada, pues las ideas y principios por los que Las Casas luchó en el siglo XVI siguen siendo hoy temas vivos de discusión.