Tan pordiosero el cuerpo
(Esperpento)
Autor:
- Sealtiel Alatriste
$3.500
Sin stock
Agregar a FavoritosISBN: 9789681626341
¿Quién es realmente Sebastián? ¿A qué debe su repentina pasión por la señorita Rita? ¿Obedece a sus instintos, a su ambición, o todos sus pasos y deseos están dominados por una suerte de maleficio, y él no hace más que conducirse, ciego, para encontrar un destino prefijado? En cierta forma, Tan pordiosero el cuerpo intenta dar respuesta a estas preguntas. En cierta forma, porque la historia que aquí se cuenta es la de un hombre, Sebastián, repentinamente hechizado por una escena que él presencia en forma fortuita y clandestina. La escena, o el secreto que en ella se esconde, se convierte desde ese instante en el asidero de todos los pensamientos de Sebastián, y, sin que él lo entienda, a la vista del suceso se reordena su pasado y su futuro, en el que una pregunta subyace: ¿elegimos o nos eligen?, ¿cuál es la fórmula precisa de la voluntad, el azar, y el destino? Si bien todo esto es cierto y la novela podría ser la crónica de un asesinato, sus intenciones no están dirigidas a lo que tiene de anecdótico, pues quiere, a la manera barroca, narrar su cuento dentro de los retablos o milagritos, que pinta Sebastián, o, aun más, en lo que significan las imágenes –religiosas o supersticiosas, como se les quiera ver- de esos retablos. Lenguaje e imágenes, así, tratan de convocar una época y una manera de ser, la del México de los años cincuenta; aquí se dan cita la hechicería, los antojitos, la fiesta de vecindad, la beatería, el danzón; en fin, una cultura popular, esperpéntica, fuertemente arraigada en ciertos barrios de la ciudad, que, en apariencia olvidada, ha conformado parte de la identidad del capitalismo, parte de su esencia surrealista, parte de su alma barroca. ¿Sobrevive esta cultura en la monstruosa ciudad de los ochenta? ¿Confiamos en la brujería? ¿Recurrimos a las oraciones que conjuran la mala suerte? ¿Nos gusta bailar danzón? ¿Disfrutamos ese tipo de pintura llamada milagrito?