Una mujer, un lavarropas lleno de libros, tres niños y una galga viajan a Europa en barco. Esta imagen que podría ser una ficción, corresponde a la escritora Sara Gallardo junto a sus hijos rumbo a Barcelona, ciudad en la que vivirá algunos años y escribirá su novela La rosa en el viento (1979). La graciosa fotografía que nos trae Lucía de Leone, la compiladora de este libro, capta su espíritu despojado de lugares y cosas materiales, y a la vez afincado en las cosas de la vida como los afectos, los libros, los animales. Este libro nos trae una imagen nueva de Gallardo como viajera y trabajadora de la prensa escrita, acaso como un revés de su escritura literaria. El volumen contiene una mayoría de textos inéditos y otros que fueron publicados en las antología que la misma De Leone hizo en Macaneos. Las columnas de Confirmado (1967-1972) para Winograd y Los oficios, para Excursiones.
“Esa bicha que camina”, como nombra De Leone a Gallardo, sabe muy bien que echar raíces es perder la posibilidad del misterio, y ella no está dispuesta a hacer esta renuncia. Vivir de viaje compila columnas, entrevistas hechas a la escritora y cartas sobre sus experiencias como viajera.
El libro forma parte de la serie Viajeras/Viajeros dirigida por Alejandra Laera que reúne títulos que exploran los desplazamientos en autores como Victoria Ocampo, José C. Mariátegui y Roberto Arlt.
Así como Gallardo recorre distintos territorios del país en su literatura, también lo hace en calidad de periodista con viajes físicos. Y sus textos, columnas y escritos de viaje están atravesados por miramientos políticos y estéticos. Estos distan de ser tradicionales y adoptan un tono irónico cuando recomiendan a la viajera o al viajero burgués (muchos de sus lectores) en “Tretas para viajar” llevar una simple bolsa de arpillera o no atormentar a los amigos al regreso con anécdotas, o peor, fotos de un viaje que no realizaron.
“Desde Europa” reúne textos escritos desde allí en distintos momentos de la trayectoria de Gallardo. La escritora se sorprende con grandes personalidades como Maradona, a pesar de no ser aficionada al fútbol, y sus efectos en Nápoles en el 86. Pero, también, se interesa por la moda, o cosas pequeñas como lugares para comer, o visitar. Esta sección incluye también reportajes a exiliados en Rusia y Polonia, reflexiones sobre Alemania y el nazismo, curiosidades sobre Londres, entrevistas a importantes personalidades del arte en Roma, etc. Esta “exiliada espiritual”, como la llama De Leone, escribe siempre desde su más profunda argentinidad.
Creará un alter ego de periodista viajera que es La Donna e Mobile y que le permite lograr ese tono irónico y distante, propio de una tercera persona. Al mismo tiempo que incluye notas sobre la vida cotidiana escribe también sobre alta cultura, pero siempre desde un lugar irónico y desenfadado. “Si usted tiene veleidades intelectuales, o finge tenerlas, porque siempre visten…” les dirá a sus lectores en ocasión de recomendarles una librería. Cubre eventos como el entierro de Jorge Luis Borges.
En “Por América” se incluyen textos en los que la escritora ensaya diversas versiones de América que darán forma a su libro El País del Humo (1977). Allí se destaca su encuentro con el Che Guevara que le generó gran conmoción, como también sus crónicas sobre la ciudad de Nueva York.
“En Argentina” contiene textos periodísticos escritos por Gallardo sobre sus viajes a lo largo del país: Salta, Jujuy, Tucumán, Río Negro, Córdoba, entre otros. También incluye una carta enviada a su tía donde describe la estancia que su padre ha comprado, un paseo a caballo, crónicas marítimas, recomendaciones de lugares, y una crónica donde habla Lisandro Vega/ Eisejuaz.
Lucía De Leone ha compilado un material muy potente y diverso que nos trae a una nueva Sara comprometida con el viaje como una forma de vida. Como la autora afirma: “Vivir de viaje viene a alumbrar nuevas zonas de la escritura de Gallardo que invitan a regresar a sus novelas, a sus columnas, a sus escritos y a su biografía con otras miradas, como cuando se regresa de un viaje, como las que nos deja tanto la cronista delirante y apasionada como la viajera inquieta y curiosa”.
Fuente: Reseñas Boca de sapo