Buena parte de la cosmopolita vida de Cristina Peri Rossi está plasmada en las páginas de Nocturno urbano, el libro que reúne dos de sus obras, algunas de ellas labradas en un tiempo ahora lejano, de tono sepia.
La escritora uruguaya, que dejó su país en condición de exiliada en la década del ‘70, fue una trotamundo hasta que se asentó definitivamente en Barcelona. Allí empezó a escribir estos textos que flotan como plumas y los poemas que son como caminar sobre algodones.
A Montevideo, a Buenos Aires, a la belleza, al amor, a las contradicciones, a la distancia, a las lágrimas, a las sonrisas. A todo eso homenajea Peri Rossi en una prosa reflexiva, profunda, por momentos onírica.
Amiga de Julio Cortázar, galardonada con el Premio Miguel de Cervantes en 2021, la pluma oriental se mantiene fiel a los temas que han sido un eje a lo largo de toda su carrera en las letras. La identidad sexual, el erotismo, el posicionamiento político, la melancolía y la imaginación son algunos de sus ya conocidos caballitos de batalla.
En esta edición viaja en el tiempo. La obra editada por Fondo de Cultura Económica presenta como mascarón de proa Piezas para una biografía, relato que le da paso luego a Cosmoagonías -narrativas de 1994-, y Habitación de hotel (2007).
El cierre a toda orquesta está representado por un puñado de poemas donde el amor, principalmente sus relaciones con otras mujeres, pintan un lienzo donde el encuentro, pero sobre todo la partida, producen un efecto desgarrador.
La reaparición de Peri Rossi, a sus 82 años, es un acierto editorial. Nos deja como legado el asombro, su manera de mirar el mundo, sus principios de poeta díscola. Y, sobre todo, la promesa de continuar escribiendo hasta el mismísimo final.
Fuente: La Prensa
Por Gustavo García