Los clubes cuentan

Tardes de poesía

En abril nos propusimos, por fin, encontrarnos desde espacios que no estuviesen ligados, únicamente, a asuntos organizativos. Y como hay integrantes de la Red que son poetas y un mediador que convida poesía habitualmente, ¿cómo no compartir un tiempo para entrar en territorios poéticos?

El jueves 11, Laura Forchetti fue la anfitriona del convite. Escuchamos, en su voz pausada, a Conrado Nalé Roxlo, Arnaldo Calveyra. Y, jugamos, a partir de este texto exquisito de Marosa di Giorgio, a nuestros propios “me acuerdo”:

Después nos acompañaron Alfonsina Storni, Irene Grus, Katherine Mansfield, Mary Oliver, Emily Dickinson. Fue una experiencia en la que nos dejamos hamacar en la gratuidad de la escucha por una voz compañera de la Red.
Laura nos invitó a demorarnos en el epígrafe con que inicia Micaela Chirif su poemario(1): El mar es un alma que tuvimos(1). Así, nos zambullimos en un juego poético delicioso que concluyó con la lectura de este poema:

El martes 16, Roberta Iannamico fue anfitriona de esa tarde de poesía. Una pregunta  “¿qué es la poesía?” inició el encuentro.   De la mano del surrealimo, con su propuesta de escritura automática, nos invitó a escribir “velozmente, sin tema previo, con tal rapidez que te impida recordar lo escrito o caer en la tentación de releerlo”como propone el Manifiesto surrealista. Creativos y sorprendidos, luego de un rato de lápiz y papel, compartimos nuestras escrituras poéticas a viva voz.
Roberta nos compartió  “Abecedarios” creados por ella en el verano. Acá les convidamos dos:

Y otra propuesta de escritura llegó en esa tarde palabrera, no de abecedario sino usando como iniciales de cada palabra las letras de nuestros nombres.
Atravesados por la escritura, la pregunta de inicio “¿qué es la poesía?” encontró posibles respuestas en nosotros a partir de Audre Lorde y su invitación a “destilar” alguna experiencia cotidiana.

El viernes 19 de abril, Javier Maidana fue el anfitrión y, en una suerte de continuidad con el encuentro anterior, nos invitó a preguntarnos “y para ustedes ¿de qué color es la poesía?”. Así, la charla fue entramándonos y nos llevó a una mesa de poemas en la que el primer texto elegido fue, casualmente, de Roberta.
Luego, vinieron Macedonio Fernández (a quien escuchamos de boca de Stella Lamela ¡¡¡que lo sabía de memoria!!!) y Nicolás Guillén(2) con su “Canción de cuna para despertar a un negrito”, (¡otro poema que muchos guardamos en nuestra “textoteca interna”!, como dice Laura Devetach!).

Antes de despedirnos, Javier nos ofreció la experiencia de un oráculo poético conmovedor.

Fueron tres encuentros diferentes: con Laura  el eje fue la lectura; con Roberta, la escritura y con Javier, posibles formas de mediación.  Una experiencia en red tan necesaria en estos tiempos.

 

(1) Micaela Chirif, El mar, México, FCE, Fundación para las letras mexicanas, 2020.
(2) en el video que les compartimos Nicolás Guillén lo dice con su deliciosa cadencia caribeña.

Patricia Domínguez
deinfanciasyliteratura@gmail.com
2 Comentarios
  • Mónica Pampinella
    Posted at 11:37h, 13 mayo Responder

    Javier nos invitó a experimentar qué pasaba al leer poesías. Desde nuestras ventanas, distintas sensaciones le pusieron un color para habitarlas. Desafiaron el equilibrio de la métrica para respirar con ritmos de otra memoria, esa dónde quedan las palabras poéticas a través del tiempo. Nos brindó respuestas misteriosas a preguntas que no las tienen. Nos asomamos a jugar. al cerrar algo había cambiado.. Moni

  • Ana Francischetti
    Posted at 09:32h, 17 mayo Responder

    Cuando se vivencia una tarde con Roberta, se avecina un encuentro sorprendente en nuestro Club.
    Jugar oralmente con las letras iniciales de nuestros nombres disparó historias insólitas.
    Cuando las recuperamos, nacieron múltiples historias.
    Gracias desde Miremos Juntos!

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